
Cuando el enemigo está dentro de casa. Cómo educar sin gritos. Resolución de conflictos en 4 pasos
Todos queremos lo mejor para nuestros hijos y les amamos con locura. Pero no somos perfectos. Yo no soy perfecta y me he equivocado en numerosas ocasiones. Hace ya 12 años que soy madre (ahora ya de 4). Me siento en paz ahora, pero no siempre ha sido así. Te explico, a ver si te suena…
Ha habido momentos en que el trabajo y las responsabilidades varias me tenían consumida, en que creía y sentía que no había tiempo para nada, mucho menos para pararnos de camino a la escuela a observar un caracol.
Ha habido momentos en que me he sentido tan cansada que los pequeños dramas del día a día de mis hijos se me hacían una montaña. En que me superaban cosas tan normales e inocuas como un vaso de leche derramado a última hora de la noche.