Se acercan las las fechas de los regalos así que empiezo a preparar detalles hechos en casa para repartir entre los familiares y amigos. Como sabéis, la cosmética artesana me fascina y, como tenía que sacar provecho a los años que cursé ingeniería química antes de dejarlo para pasarme a biología, hace tiempo que hago jabón en casa.
Puede parecer complicado porque se trabaja con sosa cáustica (hidróxido sódico) pero en realidad no lo es tanto, lo único es que uno tiene que tener MUY claras las normas de seguridad. Se que también hay mucha gente a la que no le asusta nada pues utilizan la sosa sin miedo pero como la mayoría de los que me leéis tenéis pequeñajos correteando en casa, mejor prevenir que curar así que leeros con atención las siguientes normas de seguridad:
NORMAS DE SEGURIDAD
Prepara el espacio de trabajo antes de empezar. Queremos que esté limpio y que tengamos todos los ingredientes y utensilios necesarios a mano (repasar la receta/procedimiento).
Asegúratede que todos los utensilios están limpios. No querrás correr a limpiar la batidora en medio de la fabricación de nuestro preciado jabón.
Protege el suelo u otras zonas sensibles con papel de periódico. No está de más prevenir, si cayera algo de sosa sobre el parquet nos lo dejaría hecho un desastre.
Si tienes niños en casa, explícales que vas a usar un ingrediente peligroso que no puede tocarse. Si son muy pequeños, mi recomendación es que haya otra persona a su cargo. Con cierta edad, pueden ayudar y disfrutar del procedimiento.
Protege tus ojos y tus manos. Usa unas gafas de seguridad y guantes. Además, es recomendable usar ropa de manga larga, pantalón largo, calzado cerrado y un delantal para proteger la ropa de salpicaduras.
Es importante trabajar sin distracciones. Si tienes mascotas asegúrate de que no puedan entorpecer el procedimiento.
Cuando se vaya a usar la batidora, la sumergiremos entera antes de ponerla en marcha para evitar salpicaduras.
Podemos tener una botellita con vinagre a mano para neutralizar salpicaduras sobre materiales (no sobre nuestro cuerpo!)
En caso de salpicadura, lavar con abundante agua fría y en caso de contacto con los ojos, acudir después al médico.
Hoy os voy a explicar el procedimiento y os voy a dar la receta para hacer jabón de Castilla (únicamente con aceite de oliva) y, si queréis, otro día os escribo una entrada «avanzada» y os explico como crear vuestras propias recetas, hablamos de concentraciones, sobreengrasados y demás.
MATERIALES
Báscula
3 recipientes (bol de plástico o cristal, uno debe ser grande)
Espátula
Batidora
Molde (nos sirve un tupper o un par de tetrabricks limpios)
Un par de trapos
Termómetro (opcional)
Tiras para medir pH (opcional)
RECETA (para aprox. 15-20 pastillas de 70-90gr) (3% engrasamiento)
131g de hidróxido sódico (NaOH) lo más puro posible, al menos al 99%
338g de agua destilada
1000g de aceite de oliva virgen extra
Fijaros que trabajamos siempre en peso (gramos), ¡nada de mililitros!!
PROCEDIMIENTO
- Pesar el agua en el recipiente 1
- Pesar la sosa en el recipiente 2
- Protegidos, dirigiros a una zona bien ventilada (al exterior, bajo el extractor o cerca de una ventana) y con cuidado verter la sosa del recipiente 2 en el agua del recipiente 1. Se va a producir una reacción que desprende mucho calor (exotérmica) y muchos vapores que no debemos inhalar.
- Remover bien la mezcla (a la que llamamos lejía). Primero tendrá un aspecto blanquecino pero pronto será transparente.
- Mientras la lejía se enfría, pesamos el aceite (que debe estar a temperatura ambiente) en el recipiente 3 (el más grande).
- Cuando la lejía alcance los 40ºC (podemos usar nuestras manos para medirlo, esperando a que se encuentren más o menos a la misma temperatura) empezamos a verterla lentamente sobre el aceite.
- Removemos suavemente con una espátula o cuchara y veremos como la mezcla empieza a volverse opaca.
- Cogemos la batidora para seguir removiendo. Usaremos la velocidad mínima y meteremos la batidora hasta el fondo antes de encenderla para evitar salpicaduras.
- La mezcla se irá volviendo cada vez más espesa hasta alcanzar el punto llamado traza que vendría a ser el paso de una sopa espesa a un puré. Si usamos una espátula nos será fácil identificar este punto: antes de la traza, si la sumergimos y la sacamos, no quedan restos en la espátula. Cuando se alcanza la traza, al sacar la espátula de la mezcla queda una marca que indica hasta dónde la habíamos sumergido (y lentamente se escurre).
- Es el momento de enmoldar. Podemos usar un tupper, un molde de madera forrado con papel vegetal o reciclar algún envase (los tetrabricks de leche bien limpios quedan muy bien, únicamente tenéis que cortar la parte superior y quedaros con todo el cuerpo y la base).
- Cubriremos el molde con un poco de film (opcional) y par de trapos para que no se pierda la calor y dejaremos que la reacción de saponificación se siga completando.
- Pasadas 24-48 horas nuestro jabón ya estará sólido pero aún blando y podremos cortarlo al gusto.
- Por último, debemos dejar curar el jabón durante 40 días antes de usarlo para asegurarnos de que la saponificación se completa y no queda ningún rastro de un posible exceso de sosa. ¡Así que poneros manos a la obra para tenerlos listos estas Navidades!
- Podemos comprobar el pH de nuestro jabón antes de usarlo con tiras reactivas. Los jabones hechos a mano sin usar rectificadores del pH siempre tienden a ser un poco básicos y se aceptan pH entre 8 y 10 (7 sería el neutro). También podemos hacer la prueba de la lengua en lugar de las tiras reactivas: si tocamos el jabón con la punta de la lengua, no debe provocarnos una sensación de ¡¡¡uagggg!!! (amargo-picante- fuerte).
Se trata de un jabón suave, que no hace mucha espuma pero que limpia sin resecar nuestra piel. Podéis usarlo tranquilamente con los niños.
Para personalizarlo podéis añadir después de la traza:
- Aceites esenciales (sed prudentes, un exceso no es bueno. Un 1% 0 2% del peso de los aceites es suficiente si los aceites esenciales son buenos)
- Flores secas (lavanda, caléndula, romero…)
- Avena
- Semillas de amapola para un jabón exfoliante
- Cacao o café (a mi me gusta el jabón de cacao y esencial de menta)
- Miel
Si probáis y os gusta, os hago una entrada avanzada 😉 Ya veréis como jabonear crea adicción.
Hace unas semanas hice un tuto para Dawanda para hacer cajitas. Os dejo aquí el enlace por si queréis hacer alguna para los jaboncitos.
ACTUALIZO respondiendo a preguntas:
El hidróxido sódico (NaOH o sosa de toda la vida) podéis encontrarlo en la mayoría de supermercados como carrefour o mercadona. Fijaros que sea bastante pura, al 99% mínimo (generalmente las del super ya lo son pero no está de más comprobarlo).
Cantidad de «aditivos»: para esta receta, una medida estándar son unos 60gr pero podéis hacerlo un poco a ojo.
La traza no tarda mucho en alcanzarse, unos minutos si usamos batidora eléctrica y un poco más si se hace a mano (a mano puede ser media hora o más).
El jabón enmoldado lo dejamos endurecer dentro de casa, bien tapadito para que se vaya enfriando lentamente.
¿Te gusta? Puede que a tus amigos también les sirva, ¡compártelo!