Crónicas del huerto

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Se acaba nuestra primera temporada de huerto y de ella podemos decir que hemos aprendido mucho. Hemos tenido accidentes desafortunados con palas de riego que han dejado nuestro huerto inundado por días seguidos de sequías, problemas con malas hierbas, plagas de pulgón… pero vamos mejorando y ya estamos planificando la temporada de otoño-invierno.

Vamos a cambiar de ubicación el huerto para facilitar el riego y aprovechar al máximo el agua disponible con lo que estamos haciendo de nuevo la planificación de bancales, zona de compostage…  así que faena no nos falta. Como no queríamos dejar pasar la ocasión, hemos improvisado una zona para calçots. Los plantamos hace un par de semanas y pronto, pronto podremos empezar a calzarlos.

El procedimiento para plantar calçots es de lo más fácil. Sólo necesitáis haceros con ceba tardana de Lleida, cavar unos canales dejando la tierra que sacáis a los lados y colocar cebollas cada 20-25cm. Los canales deberán estar separados 70cm unos de otros y la tierra que quedará amontonada entre ellos es la que se utilizará para calzar los calçots cuando empiecen a brotar.

Hay quien plana las cebollas tal cual y quien corta un tercio de la parte superior. Cómo no lográbamos ponernos de acuerdo en cómo hacerlo, hicimos mitad y mitad y en breve podremos sacar conclusiones.

Mi padre se ha venido a vivir a Lleida y ha llegado dispuesto a convertirse un un auténtico campesino así que nuestro huerto  es de lo más intergeneracional. En él nos encontramos 3 e incluso 4 generaciones de bisabuelos  abuelos, padres e hijos junto con tíos, primos… así que por poco que podamos, espero que el huerto dure mucho!