Como la gran mayoría, me he sentido muy estresada durante mucho tiempo. Los días se me quedaban cortos y no daba abasto a hacer todo lo que me hubiera gustado… ¿Te suena? Pues bien, mis días siguen teniendo 24 horas pero poco a poco mi actitud va cambiando y en lugar de sufrir por lo que no he podido hacer trato de disfrutar de lo que tengo entre manos. Y si, todas sabemos que tenemos que vivir el momento, que puede que no tengamos un mañana… pero ¡qué difícil es aplicarlo!
Los meses pasan muy rápido (ya hace un año y medio que estamos en Escocia!), hace ya tiempo que mi mantra es el «slowlife» y, entre otras cosas, con los niños estamos tratando de hacer nuestro propio pan casero al menos una vez por semana. Te prometo que merece la pena intentarlo, no es tan complicado como parece y comer pan horneado en casa es de lo más gratificante. Vamos con la receta.
INGREDIENTES
500gr de harina de trigo
7gr de levadura seca para pan
1 cucharadita de sal
2 cucharadas de aceite de oliva
300ml de agua templada
harina para espolvorear sobre la superficie de trabajo
papel de film o un trapo húmedo
PROCEDIMIENTO
Mezclar la harina, la levadura y la sal en un bol
Añadir el agua templada (si la añades fría, la levadura tardará más en actuar mientras que si la añades demasiado caliente la estropearás) y el aceite de oliva
Mezclar hasta obtener una masa homogénea y pasarla a la superficie de trabajo que previamente habrás espolvoreado con harina
Trabaja la masa durante unos minutos hasta que deje de estar pegajosa. Puedes añadir un poco más de harina o agua si es necesario (se te pega en las manos = falta harina, se rompe/se deshace la masa = falta agua)
Cubre la masa con papel de film o con un trapo húmedo (limpio) y déjala reposar una hora hasta que duplique su tamaño
Precalienta el horno a 180ºC y añade una paella pequeña en la parte inferior
La masa ya ha duplicado su tamaño y está lista para que la «moldees». A nosotros nos gusta hacer pequeños panecillos. Repartimos la masa en 10-12 pedazos y hacemos bolitas. También puedes hacer un único pan bien grande o 2 medianos. Cuando la bola esté hecha, hazle un par de cortes con el cuchillo en la parte superior (nosotros a los panecillos no les hacemos ni cortes… sólo una bolita y listos)
Mete el pan/los panecillos en el horno y añade medio vaso de agua a la paella que has dejado en la parte más baja del horno. El agua (que se convierte en vapor) en la primera fase de la cocción del pan ayuda a que este «crezca» más y a obtener mejores costras 😉 Los panecillos los tenemos en el horno durante 10-15 minutos y el pan grande durante 35 minutos.
Una vez hechos, deja reposar los panecillos en una rejilla hasta que se enfríen (si resistís… en casa siempre atacamos cuando aún están calientes)
Ahora ya estamos empezando a experimentar y hemos añadido otros ingredientes: queso y tomates deshidratados, olivas negras, romero y pasas… El próximo paso será experimentar con otros tipos de harina 😉
Hacer pan con los niños es muy divertido y a ellos les encanta ver cómo la plastilina de harina y agua se convierte en un rico pan. También me gusta hacer pan yo sola y deleitarme con el contacto de la masa pero lo que más nos gusta (¿para qué engañarnos?) es comérnoslo.